DIMENSIÓN ESPIRITUAL Y VIRTUOSA
Demuestra que con su respeto y responsabilidad hace buen uso de su libertad y es testimonio del carisma de Luz y Verdad en diversos contextos y medios en los que se desenvuelve.
Defiende y valora la vida como don de Dios desde su concepción hasta su muerte natural.
Es consciente de la existencia de Dios y se prepara para alcanzar la santidad.
Actúa con autoridad moral frente a los desafíos del mundo relativista y globalizado.
Descubre y asume con responsabilidad su vocación cristiana (matrimonio, soltería, vida consagrada) como realización personal y de servicio.
Imita virtudes y difunde la devoción a María Inmaculada.
Anuncia y predica al estilo de Santo Domingo y Eduviges Portalet.
Cuida y protege su sexualidad frente a los estereotipos de la sociedad.
Confía en un Dios providente que le impulsa a vivir con misericordia buscando el bien común.
Actúa con pensamiento crítico y sano frente a la vida con compromiso cristiano, celebrando la Eucaristía y la vida.
Ora y confronta su vida desde la Palabra de Dios.
Ama con el amor de Cristo. Es capaz de emprender acciones solidarias de manera individual y colectiva.
Promueve el cuidado del medio ambiente asumiendo como Obra de Dios.